Siempre soñé con escuchar esa palabra tan dulce, tan tierna, tan bonita.
Durante el embarazo me surgió la curiosidad de saber porqué en diferentes idiomas de origen distinto la palabra mamá o papá era similar, cambiaba un poco la entonación o alguna letra pero en definitiva el sonido era común. Según leí la semejanza surge de que los padres tendemos a identificar esos sonidos como su forma de llamarnos.
Cuando mi hijo dijo "ma ma" por primera vez me hizo mucha ilusión, pero siendo sincera mi idea de la palabra mamá ha cambiado muchisimo desde entonces. Ya no responde a una fantasía romántica sino a una realidad.
Por un lado descubro como mi pequeño utiliza el sonido "ma", "maaa", "maaaa" o "mama" para casi todo y a mí me lleva años hacerme entender en un idioma que no es el mio. En fín que eso me hace pensar que en realidad el sonido "ma ma" es más bien un "te necesito", un "no quiero jugar sólo", un "quiero brazos", un "quiero teta", un " tengo hambre", un "quiero y no puedo", un " necesito contencción y consuelo", un " tengo sueño" y cada una de las demandas y necesidades que pueda tener.
Por otro lado, me replanteo que signicado tiene en sí la palabra mamá. Y vienen a mí frases del tipo: mamá necesito..., mamá quiero..., mamá ¿ Dónde está ...?, y muchas otras de carácter similar, es decir, tendemos a usar la palabra mamá para pedir o incluso exigir; pero ¿Cuántas veces la decimos para dar?, ¿Cuántas veces le preguntamos cómo está, qué necesita o si simplemente podemos hacer algo por ellas?
Ser madre es tremendamente cansado y estresante por momentos.
Ser madre es un trabajo de 24 horas los 365 dias del año, sin vacaciones, sin remuneración.
Es dejar un poco de lado tus necesidades ( sociales, culturales o incluso familiares y tu tiempo ) por las suyas, porque ellos te necesitan.
Es un extra de trabajo doméstico (lidiar con las manchas, ordenar sus juguetes,..).
Pero ser madre es sobretodo vivir, sentir, reir, llorar, jugar, aprender, soñar, admirar, observar, inventar, crear, descubrir, imaginar, ... y especialmente AMAR.
Ser madre también es un proceso personal en el que te descubres, te transformas, aprendes, te equivocas, ríes, lloras, te llenas de energía y a la vez te sientes agotada, te surgen mil dudas y te replanteas todo, porque tu vida ya no es la misma pero no la cambiarías por nada.
Bienvenid@ a este espacio de reflexión sobre la crianza de los hij@s.
viernes, 27 de junio de 2014
Mamaaaaa
miércoles, 25 de junio de 2014
Esto es mio
Sabiendo esto y llegado el momento en el que el bebé empieza a ser más independiente con sus movimientos los padres nos debatimos en la tesitura de o bien estar diciendo NO continuamente cada intento del pequeño por conseguir su objetivo deseado ( siempre que consideremos ese objeto no adecuado para él ) o reordenar el hogar familiar de forma tal que no haya objetos "no adecuados" a su alcance.
En ambos casos intentamos proteger al bebé o niño/a de posibles riesgos así como proteger el objeto en cuestión.
Y toda esta dinámica que tan aprendida e interiorizada tenía se ha desmoronado cuando llegó mi hijo y me ofreció sus juguetes para que los mordiera yo también, con su sonrisa alegre, para que jugásemos juntos, para que disfrutáramos los dos.
Y es entonces cuando me planteo, qué le estoy enseñando a mi hijo cuando no comparto mis cosas con él, cuando le doy más valor a un objeto que a su afán de descubrimiento y a su felicidad.
Hoy sin ir mas lejos, cansada de que cogiera el teléfono fijo y acabara tirándolo, lo puse en una mesa a cuya altura no llegaba y entonces vi su cara decepción, ya no podía cogerlo. Ni que decir que lo volví a colocar en su lugar anterior. Porque un objeto no puede ser más importante que la felicidad de mi hijo, aunque sólo sea un instante de felicidad.
Aunque evidentemente esto no significa que todo valga por no frustrarlo, sólo que me cuestiono lo verdaderamente importante.
En este sentido, me sucede lo mismo con la comida. Él me ofrece todo y yo estoy aprendiendo a pensar más allá de mi ego gracias a él. Cierto es que hay comidas que bien por lo dulce o condimentada aún no es adecuada para él, aunque eso no lo entienda. Lo que si ve es que yo la como y él quiere también así que en poca cantidad pero le doy.
Por otro lado si pienso en estas ideas asociadas a la infancia de "hay que a compartir" y "los niños son esponjas, aprenden por imitación" sólo se me ocurre una contracción en el mensaje. Ya que por un lado queremos que nuestros hijos compartan y por otro nosotros no lo hacemos. Si aprenden por imitación y queremos que nuestros hijos compartan, tendríamos que ser nosotros los primeros que compartamos en nuestra vida y en especial con nuestros hijos/as. Lo que carece de sentido es que tengamos un no por bandera y que cuando vayamos con nuestros hijos/as al parque le digamos que tienen que compartir sus juguetes con los otros niños/as.
martes, 24 de junio de 2014
Todo sería más fácil si hablaran
Antes de ser madre pensaba que un bebé sólo podía comunicarse a través del llanto pero la verdad es que con mi hijo he aprendido que los bebés disponen de una gama bastante grande de signos con los que expresarse. Lo dificil está en saber descifrar ese lenguaje no verbal tan desconocido para nosotros.
La clave para entenderlos un poco mejor está, desde mi punto de vista, en el contacto contínuo, la observación y la empatía.
Cuando las necesidades básicas están satisfechas y el bebé sigue inquieto habría que preguntarse si las necesidades emocionales del bebé lo están, si demanda más brazos, presencia, permanencia o mimos.
¿Qué facil sería si hablaran, verdad? Aunque pensándolo bien, muchas veces no sabemos que les pasa a niños/as más mayores que ya saben hablar y si profundizamos más, a veces no nos entendemos ni los adultos.
¿ Será entonces un problema del lenguaje? O ¿Será más bien un problema de comunicación? A veces prestamos más atención a un signo y tratamos de dar respuesta a esa demanda pero el bebé o niño sigue inquieto. Entonces habría que preguntarse si el bebé necesita algo más cuya señal no hemos captado. Situaciones como el bebé está muy cansado pero se pone muy tenso si se intenta dormir podría implicar que tuviera ganas de hacer caca y quedarse limpio o podría ser que estuviera demasiado estresado por la cantidad de estímulos que ha recibido por el día y no pudiera relajarse. O tiene hambre, le alimentamos pero sigue inquieto, quizás no sólo quiera leche, papillas o agua, quizás lo que necesite sea brazos, mimos, atención y disponibilidad. Ayer precisamente me pasó que mi hijo no había comido mucho y estaba como decimos nosotros "como una moto". No quería ni trona ni suelo, así que lo senté en mis piernas y se puso a comer su comida. Estaba tranquilo y comía con gusto. Me dí cuenta que él simplemente demandaba atención y cariño.
martes, 17 de junio de 2014
El sueño del bebé, un desafío para los padres
Dormir o no dormir, esa es la cuestión
Lo que todo el mundo sí te dice cuando estás embarazada es que aproveches ahora y DUERMAS. Y tienen razón, porque luego no podrás dormir toda la noche del tirón, no dormirás igual de relajada, puede que incluso tengas menos espacio en la cama y ya no necesitarás un despertador, pero resulta imposible acumular descanso antes para aprovecharlo después.jueves, 12 de junio de 2014
La palabra cuidado y los miedos inculcados
Cuando tenemos un bebé queremos protegerlo de todo posible peligro y sin darnos cuenta el bebé va creciendo, va explorando el medio que le rodea, al principio de forma más visual, luego más activa (con la boca, las manos, el gateo,...) y es entonces cuando aperecen nuestros miedos e incoscientemente la palabra cuidado surge a cada instante, haciendo que el niño/a se detenga antes de dar el siguiente paso. Puede que siga a delante con su objetivo, a pesar de todo o puede que no, que se detenga y cambie de dirección. Pero en ambos casos la palabra cuidado permanece como una señal de alerta que se graba en la mente.
Es obvio que hay que proteger a nuestros/as hijos/as. El problema surge cuando no analizamos si el riesgo es real o infundado, así como el el nivel del mismo. Analizándolo bien, no siempre la palabra "cuidado" equivale a riesgo alguno. Cuidado que te manchas, cuidado que te mojas, cuidado que se cae ( algún objeto que no se va a romper o su comida), serían algunos ejemplos.
¿ No seria mejor acompañarlos en el proceso de superacións personal animándoles a avanzar en el logro de sus metas?
¿ No sería esa la mejor forma de cimentar una buena autoestima y valoración personal?
Pero a veces, estamos cansados/as sentados/as en el parque charlando o haciendo algo en casa mientras ellos/as juegan, en ese contexto un "cuidado" en la distancia facilita las cosas.
¿Qué papel juega la libertad en este proceso de exploración personal si a cada instante hay una llamada de atención por parte del adulto? Esto sin contar los "no" que decimos al día.
¿ Acaso no es el error de la experimentación una buena oportunidad de asimilar un aprendizaje por uno mismo?
miércoles, 11 de junio de 2014
Plan C, los cólicos.
lunes, 9 de junio de 2014
Lo que nunca me contaron sobre la maternidad
Nueve meses ilusionada, nueve meses esperando verle la carita y tenerlo en mis brazos, nueve meses fantaseando con la experiencia de la maternidad.
Nueve meses en los que cuidas tu alimentación al máximo, embadurnas de crema tu barriga, haces yoga para mejorar los dolores de espalda, las piernas hinchadas y prepararte "fisicamente" para el parto.
Nueve meses en los que preparas el nido, compras ropita, decoras su habitación, limpias a fondo la casa para que esté todo perfecto.
Nueve meses en los que anhelas el dia de cada ecografia para quedarte tranquila de que todo marcha bien y de paso ver su rostro en 3D.
Y llegó dia en el que lo/a tienes en tus brazos y tras mirarlo/a y sentirlo/a algo en tí cambia. Un mar de emociones empieza a apoderarse de tu ser, al igual que el cansancio. Alegre, feliz, pletórica, orgullosa, poderosa al mismo tiempo que tremendamente sensible, instintiva, perdida y llorosa. Y la explicación oficial son "las hormonas" culpable de cualquier oleada emocional de la mujer, porque sentir porque sí no nos está permitido.
Y te preguntas, ¿ Porqué nadie me habló de esto? ¿Porqué nunca lo leí en un libro de embarazo? ¿Acaso soy yo la única que vive en este paraiso de intensidad emocional? ¿Acaso me estoy volviendo loca?
Y como si de una campana interior se trarara, la voz de tu instinto empieza a hablar y es entonces cuando empiezas a ver la vida con otros ojos, a replantearte lo inculcado, a sentir y a hacer desde el corazón y no desde la tradicción, lo patriarcal o cultural.
Pero al mismo tiempo las voces externas aparecen en forma de consejo o crítica para que no te apartes del camino estipulado.
Y te sientes navegando a contracorriente.
Y descubres que la maternidad es tan intensa como agotadora, tan reconfortante como enloquecedora, tan íntima como necesitada de apoyo.
Y surge en tí, una necesidad de comprender qué te está pasando y cómo puedo entender a mi bebé; porque nada de eso te lo habían contado.
sábado, 7 de junio de 2014
Cuando llueven las críticas y escasean los ¿Cómo te encuentras?
Y tú cansada como si en una maratón hubieses participado, perdida como nunca antes estuviste, empapada de emociones y hasta dolorida, tienes que lidiar con las críticas, opiniones y consejos, que ni has pedido ni has buscado, y que a veces tan frágiles como en esos momentos estamos, duelen en el alma.
Pero, ¿Qué duele en realidad? ¿La diferencia de opinión, de crianza o crítica; o se trata más bien de la falta de respeto a la intimidad y libertad de crianza?
viernes, 6 de junio de 2014
Yo lo crio, él me guía
Antes de ser madre puede decirse que vivía en los mundos de yupi y es que con un instinto maternal fuerte, el amor por l@s niñ@s y la experiencia como profesional de la educación con jóvenes y niños, pensaba que con un poco de conductismo y cariño todo fluiría. Y fué tenerlo en mis brazos, sentirlo cada día, acompañar cada llanto (y los que me quedan), amamantarlo y un largo ecétera, que toda madre sabe de sobra, para empezar a escuchar esa voz interior, ese instinto, ese lado animal que aún palpitaba ...para empezar a abrir los ojos, a entender el mundo desde otra óptica, a desaprender lo impuesto y empezar a replantearme todo de nuevo.